martes, 15 de febrero de 2011

Descubres, decides, aprendes.


Y así después de esperar tanto, un día como cualquier otro decidí triunfar…
decidí no esperar a las oportunidades sino yo mismo buscarlas,
decidí ver cada problema como la oportunidad de encontrar una solución,
decidí ver cada desierto como la oportunidad de encontrar un oasis,
decidí ver cada noche como un misterio a resolver,
decidí ver cada día como una nueva oportunidad de ser feliz.

Aquel día descubrí que mi único rival no eran más que mis propias debilidades,
y que en éstas, está la única y mejor forma de superarnos,
Aquel día dejé de temer a perder y empecé a temer a no ganar,
Descubrí que no era yo el mejor y que quizás nunca lo fui,
Me dejó de importar quién ganara o perdiera,
ahora me importa simplemente saberme mejor que ayer.

Aprendí que lo difícil no es llegar a la cima, sino jamás dejar de subir.
Aprendí que el mejor triunfo que puedo tener,
es tener el derecho de llamar a alguien “Amigo”.
Descubrí que el amor es más que un simple estado de enamoramiento,
“el amor es una filosofía de vida”.

Aquel día dejé de ser un reflejo de mis escasos triunfos pasados
y empecé a ser mi propia tenue luz de este presente.
Aprendí que de nada sirve ser luz
si no vas a iluminar el camino de los demás.

Aquel día decidí cambiar tantas cosas……….
Aquel día aprendí que los sueños son solamente para hacerse realidad,
desde aquel día ya no duermo para descansar………
ahora simplemente duermo para soñar

jueves, 2 de septiembre de 2010

El sabor del éxito


Hoy quiero brindar por los cambios inesperados
por las sorpresas de la vida
por quien confía en tí pase lo que pase
por quien te dibuja una sonrisa sin saberlo
por el azar y por el destino.

miércoles, 9 de junio de 2010

Sería capaz.


Llega un día en el que se juntan tantas cosas, que parece que vas a explotar. Que no te queda ni un gramo de paciencia, de fuerzas, de ganas ni de humor. Entonces, una vez más, aparece esa mano, esa palabra, esa sonrisa o ese gesto. Esa cuerda que hace que te agarres, y tira de tí para subirte de nuevo al mundo. Ayer fue uno de esos días horribles, en los que piensas que ya no puedes más. Y otra vez, como siempre que sucede, estabas ahí. A veces pienso que tienes un detector que te dice cuando estoy mal. Porque siempre apareces en el momento justo, y siempre tienes las palabras oportunas que me hacen reir y levantarme con más ganas. No te voy a dar las gracias, mejor te invito a un cubata.

martes, 1 de junio de 2010

Summer Time.


Levántate de un salto de la cama
y con el pie que tu quieras

pero ponte ya a bailar.
Que se escapan las mañanas
por detrás de las persianas

y los días desaparecen sin más.
Anda y déjate notar,
canta en la ducha como solías cantar
que la suerte se la llama,
que quien no llora no mama.
Los días son del color que los quieras ver,
tu piénsalo, piénsalo bien.
Las penas de hoy pueden hacer que te sientas bien:
si aprendes del dolor siempre vas a crecer.

domingo, 16 de mayo de 2010

Estados de ánimo


A veces me siento atada,
otras libre como un ave.
A veces tengo miedo,
otras me comería el mundo.
A veces sueño despierta,
otras vivo la realidad.
A veces amanece nublado,
otras el sol te saluda.
A veces siento que no puedo,
otras me parece fácil.
A veces me canso de hablar,
otras te cuento sin palabras.
A veces, pero solo a veces,
la tristeza quiere quedarse.


Entonces, decido sonreir,
y siempre gano.

viernes, 7 de mayo de 2010

Sólo es humo

¿Alguna vez has hecho señales de humo?
Yo no necesito una hoguera enorme
para hacerte llegar lo que pienso,
lo que quiero, lo que siento y lo que sueño.
Me basta una vela, un quemador
y un poco de esencia de eucalipto.
Mis señales transmiten libertad.
Esa libertad que quieres
cuando sientes que estás atrapado.
Esas ganas de esfumarte,
de colarte por una rendija
y subir y subir hasta desaparecer.
Pero como ves, sólo es humo...

domingo, 2 de mayo de 2010

Mamá


No sólo me diste la vida. Me enseñaste a andar, a reir, a jugar, a crecer, antepusiste mi vida a la tuya. Me enseñaste lo que de verdad es importante, lo que merece la pena, me enseñaste a luchar, a no rendirme, a sonreir aunque por dentro estuviera mal, a querer, en definitiva, me enseñaste. Desde aquí hoy, aunque ya lo hago cada día, quiero decirte GRACIAS MAMÁ.